Las grandes compañías de tecnología nos ofrecen productos de gran calidad, aparentemente sin solicitar nada a cambios, más allá del altruismo tecnológico. Esto, de la misma forma en que un banco nos solicita un peso por cada transacción que hagamos a través de sus sistemas.
Es tan sutil el precio que pagamos que para muchos pasa desapercibido, sin embargo, estás empresas han sabido masificar el cobro sutil que nos hacen. Nuestra información y las cosas que hacemos en internet no deberían ser el precio que nos cobren. Utilizar software que permita una verdadera libertad es importante. Sin embargo, estas grandes empresas tecnológicas han castrado la capacidad exploratoria natural del ser humano para aprender nuevas formas de trabajar en internet y con este tipo de aplicaciones.