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    1. Mas los árboles no son “árboles” hasta que se los nombra y contempla, y nunca se los designó así hasta que hubo aquellos que desplegaron el intrincado aliento del lenguaje, débil eco y borrosa imagen del mundo,

      Acá aparece el lenguaje como generador del mundo. Además de ejercer el poder del lenguaje en la realidad y crear esa gramática mítica que refiere Tolkien necesaria para la subcreación.

    1. necesitamos limpiar los cristales de nuestras ventanas para que las cosas que alcanzamos a ver queden libres de la monotonía del empañado cotidiano o familiar; y de nuestro afán de posesión.

      La renovación por parte de la fantasía desde esa subcreación tiene que ver con deshacer esa fatiga de la realidad y comodidad visual de su cotidianidad.

    2. Crear un Mundo Secundario en el que un sol verde resulte admisible, imponiendo una Creencia Secundaria, ha de requerir con toda certeza esfuerzo e intelecto, y ha de exigir una habilidad especial, algo así como la destreza élfica.

      La creación fantástica requiere esfuerzo: diferencia con la irrealidad del sueño.

    3. En este sentido, la fantasía no es, creo yo, una manifestación menor sino más elevada, del Arte, casi su forma más pura, y por ello -cuando se alcanza- la más poderosa.

      la subcreación en la literatura como una manifestación más elevada por crear un mundo secundario separado del mundo primario y que se hace más poderosa. Parece hacer eco de la máxima de Mallarmé: "hay que elevar la página a la potencia del cielo estrellado".

    4. la intención de combinar su uso más tradicional y elevado (equivalente a Imaginación) con las nociones derivadas de “irrealidad” (o sea, disimilitud con el Mundo Primario) y liberación de la esclavitud del “hecho” observado

      Noción de lo fantástico.

    5. En mi opinión, se tiene muy poco en cuenta este aspecto de la “mitología”: subcreación más que representación o que interpretación simbólica de las bellezas y los terrores del mundo.

      La mitología como subcreación más que representación. Se trata más de la posibilidad de moldear el mundo que de volver a los temas míticos de origen.

    6. …La mente humana, dotada de los poderes de generalización y abstracción, no sólo ve hierba verde, diferenciándola de otras cosas (y hallándola agradable a la vista), sino que ve que es verde, además de verla como hierba.

      El adjetivo como manifestación de una gramática mítica. Genera un poder de abstracción que se ejerce sobre el mundo exterior a nuestra mente y crear nuevas formas que llevan una fantasía de lo real. Acá es desde donde sitúa Tolkien la idea del hombre (ser humano) como subcreador. El poder de la fantasía es hacer efectiva la voluntad de la visión fantástica.

    7. La definición de un cuento de hadas -qué es o qué debiera ser- no depende, pues, de ninguna definición ni de ningún relato histórico de elfos o de hadas, sino de la naturaleza de Fantasía: el Reino Peligroso mismo y que sopla en ese país.

      Contexto de la definición. Características para entender los cuentos de hadas.

    1. el acentose desplaza de la que para los griegos era la esencia de laobra, es decir, el hecho de que algo en ella llegase al serdesde el no-ser, abriendo así el espacio de la verdad ( a —Atj 0eia) y edificando un mundo para el habitar del hombresobre la tierra, al operari del artista, esto es, al genio creativoy a las particulares características del proceso artístico enlas que encuentra expresión.

      Desplazamiento de la noción de poiesis en la obra de arte: de aletheia al operari.

    2. Cuando este proceso se lleva a cabo en la épocamoderna, cualquier posibilidad de distinguir entrepoiesis ypraxis se desvanece. El «hacer» del hombre se determinacomo actividad productora de un efecto real (el opus deloperari, el factum del facere, el actus del agere), cuyo valor seaprecia en función de la voluntad que en ella se expresa, esdecir, en relación con su libertad y su creatividad. La experiencia central de la poiesis, la pro-ducción hacia la presencia, cede ahora su sitio a la consideración del «cómo», o sea,del proceso a través del que se ha producido el objeto.

      Poiesis en la época moderna

    3. en el centro de la praxis estaba, comoveremos, la idea de la voluntad que se expresa inmediatamente en la acción, la experiencia que estaba en el centrode la poiesis era la pro-ducción hacia la presencia, es decir, elhecho de que, en ella, algo pasase del no-ser al ser, de laocultación a la plena luz de la obra.

      Diferencias: praxis como acto, poiesis como revelación (cercano al concepto de aletheia).

    4. Esta actividad productiva, en nuestro tiempo, se entiende como práctica. Según la opinión habitual, todo el hacer del hombre— tanto el del artista y el del artesano, como el del obrero oel del hombre político— es práctica, es decir: manifestación de una voluntad productora de un efecto concreto.

      Según esto toda poiesis es acto.