Por otro lado, el matriarcado no se define por el predominio de las mujeres sobre los hombres sino por toda una concepción diferente de la vida que no se basa en la dominación y las jerarquías y que respeta el tejido relacional de la vida. Por eso se puede decir que en el principio de todas las culturas estaba la madre (en última instancia, la Madre Tierra), es decir, la relación, como aún sucede en muchos pueblos indígenas que conservan prácticas matriarcales. Progresivamente, sin embargo, los hombres socavaron este fundamento de la vida en su intento por usurpar el poder de las mujeres y crear vida a través de lo que von Werholf llama ‘alquimia patriarcal’.
Sobre la alquimia, valdría la pena reconsiderar mi protocolo doctoral, antes de inscribirme, (que mencionaba al alquimista) desde la distancia a estas ópticas de alquimia patriarcal.
Quizás la última alquimia sea cambiar mi definición de alquimia.