lo humano a gran escala, y así podría ponerlas a la par de los estándares de otras formas de investigación en la academia. Bajo esta idea, lo digital actualiza y revalida a las humanidades.
Algunas personas vemos con preocupación esta oda a la escala que ocurre en las humanidades digitales y sus exponentes más visibles (ejp: Manovich). Parece ser que, si no se tiene un supercomputador con teraflops de procesamiento y "chochentamil" teras de información, no se puede entrar en diálogo con las humanidades digitales.
Quizás es por eso que alternativas como la permacomputación, las infraestructuras de bolsillo, la computación convivencial no se ubican a sí mismas dentro de las DH.