En concreto, Latino/América se ha preguntado innumerables veces por su autenticidad, es decir, acerca de si realmente entra en el grupo de los humanos a los que se refiere el humanismo o si, por el contrario, tiene una forma distinta de humanidad o incluso de no-humanidad. Esta ondulación, que se ha visto como el efecto de un pueblo que no logra construir una identidad propia, puede ser, sin embargo, propiciadora de visiones renovadoras y alternativas de las humanidades tradicionales y puede encontrar en las humanidades digitales una oportunidad para lograr esa renovación. Por lo tanto, unas humanidades digitales desde América Latina no deberían aceptar sin más los principios excluyentes de las humanidades ni actuar sin entender que la crisis no solo es externa sino que es también autoproducida y un efecto de su propia tradición. Por el contrario, las humanidades digitales en nuestro contexto deben asumir la crisis de las humanidades de una forma generativa y productiva, como un espacio para descentrar y repensar el proyecto de lo humano y para promover la interculturalidad dentro de ese proyecto; ese multiculturalismo que justamente se ha visto excluido y que ha dado lugar a la posición ambivalente de lo latinoamericano en el humanismo.
Tal vez incluso para superar el proyecto de lo humano o enmarcarlo como menos preponderante, en medio de esas otredades de las Humanidades eurocéntricas y con "H" mayúscula han omitido histórcamente.
En ese sentido valdría la pena explicitar esos vínculos que este y el siguiente párrafo anuncian y cómo las HD, en particular las Latinoamericanas se conectan con esas miradas críticas.
Al menos pareciera que la mirada lejana de los movivimento hacktivistas y de tecnologías cívicas de las HD ha sido más bien "apolitico" y academicista, aunque quizás, salvo excepciones crítica y políticamente informadas, como las ejemplificadas en este párrafo.