Colocaría acá las economías de los afectos y cuidados (familia, amigos), que aunque también invisibles, hacen posible el desarollo de infraestructuras propias y apropiadas desde estos contextos y constituyen ese empujón de largo aliento necesario, como evidencié y agradecí en primera persona con el desarrollo de Grafoscopio.
Otro tanto tiene que ver con encontrar las grietas para ubicarse de manera que no se compita directamente con lo pre-existente, sino que se complemente lo que este no ofrece, como ocurrió con Grafoscopio también, que se ubicó en la intersección de campos como metaherramientas, sistemas malleables investigación/publicación reproducible, tecnologías cívicas, de una forma en que otras herramientas con mayor visibilidad (Jupyter, por ejemplo) no habían hecho y con ventajas y recorridos particulares no suplidos por las alternativas que emergieron luego.