un sistema de diferenciación letrado que separa a los que saben leer, escribir y argumentar de los que no lo saben; a los válidos interlocutores democráticos de los que no lo son.
Además de no tener en cuenta las oralituras, las inscripciones no textuales rituales ampliamente expandidos y como formas de participación en lo colectivo que no tienen la idea de "Plaza Pública".