Esta lógica de la verosimilitud in-vertida no tiene, por otra parte, nada de nuevo; es tan antiguacomo toda reflexión sobre lo verosímil, pues hallamos en los in-ventores de esta noción, Corax y Tisias, el siguiente ejemplo: «Queun fuerte haya derrotado a un débil, es verosímil ftacamente, pues-to que existían todos los medios materiales para hacerlo; pero esinverosímil psicológicamente, pues es imposible que el acusadono haya previsto las sospechas»
Lo anti-verosímil en la novela policíaca