Todo esto cuestionará la idea de la ciudad como una forma socio-material perdurable —tal vez el final de la ciudad modernista, que alguna vez fue símbolo de dinamismo y progreso—. En resumen, la “recreación de la vida urbana debe ocupar una posición central en los cambios estructurales que deben ocurrir si ‘nosotros’, los seres humanos, hemos de tener un futuro viable” (Fry 2015: 82). La naturaleza metabólica destructiva de las ciudades también implica que los actuales imaginarios de los seres humanos sobre la vida (urbana) también tendrán que cambiar para abrir espacio a otras imaginaciones y formas de habitar y vivir, distintas de la ciudad modernista. La imaginación de diseño urbano de Fry da pistas importantes para “buscar modos futurales para habitar” (2015: 87). Re-imaginar la ciudad de esta manera tendrá que ser parte de cualquier visión para la transición y marco de diseño.
El taller de ciudad como bien común iría en esta línea. Conectarlo con nuevos alfabetismos, maneras de co-crear y publicar podría ayudar a su bootstrapping, desde lo presente y nuestro.

